Bosque de enanos

En la clase de mi hijo, que hace P-5, realizan una actividad que se llama Receta Viajera. Se trata de un libro de recetas de cocina que durante dos dias tiene el pequeño y en el que se tiene que aportar pues eso, una receta de cocina.

El objetivo es que el niño colabore en la elaboración de la receta, la fotografíe, la escriba y, al día siguiente, la explique en clase. Como su clase es la de los Nans (enanos en catalán), nosotros hicimos un bosquecillo muy divertido y con el que conseguí que, al menos, probara los guisantes. Y tengo que añadir que la hizo él prácticamente entera.

Ingredientes para dos niños:
Dos huevos duros
Cuatro huevos de codorniz duros
Aceitunas sin hueso
Un tomate cortado por la mitad
Dos tomatitos cherries por la mitad
Guisantes (de lata, naturales, congelados, da igual)
Tres o cuatro o lonchas de jamón cocido cortaditas en trocitos
Un diente de ajo
Aceite
Mayonesa
Palillos de diente

Elaboración:
Primero hervimos los huevos y los pelamos. Luego, vaciamos el tomate con la ayuda de una cucharilla y lo ponemos sobre los huevos a modo de sombrero de una seta. Los puntitos de las setas los hacemos con mayonesa y la ayuda de un palillo de dientes o una cucharita de café o lo que tengamos a mano. Y ya están hechas las casitas de setas.

Ahora vamos con los enanitos. Para ello, hervimos los huevos de codorniz y los pelamos. Una aceituna sin hueso hará las veces de cabeza, que pincharemos con un palillo de dientes y un tomatito cherrie cortado por la mitad será el sombrerito del enano. Podemos hacer tantos enanos como niños tengamos, claro.

Por último, nos queda el fondo del bosque. En esta ocasión yo utilicé guisantes de lata, pero se pueden hacer con guisantes naturales o congelados que hervimos previamente en agua con sal. Una vez tiernos, picamos un ajo cortado a trocitos y refreímos junto a los guisantes. Añadimos el jamón cocido cortado a trocitos y damos unas vueltas hasta que tenemos bien hecho.

Ya solo nos queda montar el plato. En primer lugar, ponemos los guisantes con el jamón, como si fuera el suelo. Yo le dije a mi hijo que el jamón cocido eran las florecillas del bosque. Luego ponemos las setas y los enanos y LISTO! Los niños encantados de la vida y tú más porque te garantizas que se coman esos dulces guisantes que, la mayoría, no quiere ver ni en pintura.

Por cierto, la receta no es originaria mía. La cogí de un libro de Imaginarium, aunque le metí un par de adaptaciones.

Música de acompañamiento: Mientras hacíamos la receta puse canciones infantiles que estuvimos cantando todo el tiempo, pero la que más repetimos fue la de la gallina Turuleca (siempre de pequeña había pensado que se llamaba Turuleta, pero no, estaba equivocada es Turuleca). Así que os dejo a Miliki y su gallinita loca.

Canción: La gallina Turuleca de Miliki