Este plato que os presento hoy es un clásico en casa de mi madre, Ani, y le sale tan bueno que nadie diría lo sencillo que es. Sí, sí. Es un plato muy simple pero tan rico con esa mezcla de limón y orégano... Ummm! Una delicia... probadlo, please!
Ingredientes:
8 jamoncitos de pollo (un par de ellos por persona, aproximadamente)
El zumo de un limón
3 cucharaditas de orégano seco
6 dientes de ajo
2 cucharadas de aceite de oliva
1 pastilla de Avecrem
4 ó 5 patatas medianas
Preparación:
Precalentamos el horno a 220°C. Mientras, en un mortero, machacamos muy bien los dientes de ajo y añadimos el zumo del limón, el orégano, el aceite y la pastilla de Avecrem. Revolvemos bien hasta que se integre todo.
Si queremos podemos quitar la piel al pollo, yo no se la quito porque da más saborcito. Untamos los jamoncitos de pollo con la mezcla de limón y los ponemos en un bol. Lo tapamos con papel aluminio y dejamos macerar una media hora como mínimo.
Ahora, cortamos las patatas en rodajas, al estilo panaderas, las salamos y las ponemos en el fondo de una bandeja apta para horno. Disponemos sobre ellas el pollo macerado. Regamos con el caldito que nos sobre y metemos en el horno llevar al horno durante 20 minutos, pero lo dejamos tapado con el papel de aluminio. Pasado este tiempo aproximadamente, damos la vuelta el pollo y lo rociamos con sus propios jugos.
Bajamos la temperatura a 200°C y cocinamos durante unos 30 minutos pero ya sin papel de aluminio encima. Cada cierto tiempo, vamos rociando el pollo con los jugos para evitar que se seque.
Cuando veamos que la patata y el pollo están ya tiernecitos lo servimos. Lo mejor es comerlo recién hecho porque si no queda muy seco.
Música de acompañamiento: 24/ Seven de BIG TIME RUSH
