Esta tarta era la primera vez que la hacía y, la verdad, siempre estaba detrás de ella y no me decidía. Aproveché una comida en casa de unos amigos, de Jordi y de Anna, y me decidí a hacerla. Quedó buenísima y, desde entonces la tengo entre mis tops 10.
Os dejo la recetita. Espero que os guste...
Ingredientes:
1 lámina de hojaldre para la base (yo la compré redonda porque mi molde es así, pero puede ser como os dé la gana, e incluso, podéis hacer vosotros el hojaldre)
1/2 litro de crema pastelera (ver receta de
crema pastelera)
1 huevo para pincelar el hojaldre
Frutas variadas a tu gusto: melocotón, kiwi, fresas, plátano, uvas, mandarinas, naranjas...
Para el almíbar de cobertura: 2 cucharadas soperas de azúcar, 1 vaso de
agua y 1 sobre de gelatina neutra
Preparación:
Previamente, ponemos a calentar el horno a 180ºC. Empezaremos a preparar la base de la tarta que es el hojaldre. Lo disponemos sobre nuestro molde, forrado previamente con un papel vegetal, y doblamos hacia arriba un centímentro aproximadamente cada lado del hojaldre. Presionamos con los dedos todo el borde.
Ahora pinchamos con un tenedor la masa que se
queda dentro de las paredes. Hornemos hasta que veamos que se empieza a
dorar, entre 15 y 20 minutos más o menos. Sacamos y reservamos.
Mientras se hace el hojaldre, vamos haciendo la crema pastelera. Aquí os dejo el
enlace para que veáis cómo se hace, y una vez hecha, dejamos que se enfríe.
Pasado el tiempo en el que nuestro hojaldre ya está doradito y hemos dejado que se enfríe también,
(ésto es muy importante. Tenemos que dejar que el hojaldre y la crema pastelera se enfríen
antes de ponerla sobre el hojaldre porque si una de las dos cosas está caliente, se reblandecerá el hojaldre y quedará blando y poco crujiente) llega el momento de poner la crema pastalera sobre nuestra base.
Vamos a preparar el almíbar de cobertura. Ponemos el sobre de gelatina en polvo, las dos cucharadas de azúcar bien colmaditas y medio vaso de agua en un recipiente y removemos durante un par de
minutos.
El otro medio vaso de agua lo calentamos y añadimos bien caliente al recipiente donde tenemos el resto de ingredientes. Removemos hasta que quedo todo completamente disuelto y dejamos que se enfríe.
Finalmente, vamos a montar la tarta. Pelamos y cortamos las frutas en rodajas finas y las colocamos sobre la crema de la forma que más nos guste. Con un pincel o una cuchara repartimos la cobertura de gelatina por encima de la tarta (que debe estar a temperatura ambiente o mejor fría).
Tapamos con cuidado y la metemos en el frigorífico hasta el momento que vayamos a consumir. Buenísima.
NOTA: Si al hacer la cobertura ésta se solidifica antes de repartirla por la tarta, no sufrais que tiene solución. Según ví en el blog de
Javi Recetas, en estos casos lo mejor es meter el recipiente donde está la gelatina
en el microondas (debe ser lógicamente apto para microondas) durante
unos segundos. Ojo, durante 5 o 10 segundos, no más o si no se derretirá
completamente y se pondrá demasiado caliente.
Y otro punto a tener en cuenta. Si vuestra tarta contiene piña, kiwi, melón o papaya
(entre algunas otras) puede que la cobertura no cuaje una vez que la
pongas sobre la tarta. El problema es que estas frutas poseen una enzima
que disuelve las proteínas de la gelatina impidiendo que la cobertura
solidifique. Para evitar esto lo mejor es usar preparados especiales para dar brillo a las tartas. Yo como ha sido la primera que he hecho y no conocía este truco, pues hice el brillo de tarta, pero para la próxima o bien no pongo kiwi, o bien compro un preparado especial. De todas formas, no quedaron ni miguitas...
Música de acompañamiento: Weather with you de
CROWDED HOUSE